Este 24 de marzo de cumplen 43 años del asesinato de Monseñor Óscar Arnulfo Romero. Los feligreses salvadoreños tienen diversas actividades conmemorativas en el país, sobre todo en la Cripta de Catedral Metropolitana, donde reposan los restos del obispo mártir. Nos acompañan en nuestro programa tres religiosos salvadoreños.
Desde nuestro programa de Facebook live, Estudio 9 hablamos con tres religiosos salvadoreños:
El Padre William Medardo Durán, Presbítero Diocesano: diócesis de Chalatenango, El Salvador. Quien ha sido vicario cooperador, y párroco, está estudiando Misiología en la Pontificia Universidad Gregoriana de Roma. Con la hermana Elsy Margarita Ayala Córdova, de la Congregación Hermanas Franciscanas de la Inmaculada Concepción provincia de El Divino Salvador, estudiante en Doctrina Social de la Iglesia en la Pontificia Universidad Gregoriana y P. José Mario Mejia Arquidiócesis de San Salvador, estudiante de Historia de la Iglesia en la Universidad Gregoriana. Con ellos recordamos la figura, el carisma y apostolado de San Romero
A continuación, en dos minutos de video, el carisma de San Romero
Misiones Salesianas tiene un nuevo documental: Libertad, y hace parte de la campaña: Inocencia entre rejas. El documental se hizo en Pademba Prison, en Freetown, Sierra Leona. Una prisión de hombres donde también hay niños que reciben cualquier tipo de abuso. Entrevista a Jorge Crisafulli de Don Bosco Fambul.
«Las diez cosas que el papa Francisco quiere que sepas sobre la sinodalidad» es el libro del padre claretiano Carlos Martínez Oliveras, que presentó en Roma recientemente. El prólogo del libro fue hecho por el secretario general del sínodo de los obispos, cardenal Mario Grech, y el epílogo lo hizo Mons. Vicente Jiménez Zamora, encargado por la Conferencia Episcopal Española de la fase diocesana del sínodo en España.
El libro sale a las librerías en la semana del 11 al 15 de octubre, justo después de la inauguración en Roma de la fase diocesana y antes de la apertura de la fase diocesana del sínodo en las diócesis del mundo. La sinodalidad en la Iglesia es muy importante porque, como dijo el padre Martínez Oliveras es algo constitutivo de la Iglesia, forma parte del ser de la Iglesia.
Siento que es necesario, seguir con esta serie de anécdotas de quienes estuvieron con Guillermo Anderson. Si no se le recuerda, sino se mantiene viva su memoria, quedará en el olvido.
Quienes estuvierontrabajando con él en su producción musical, insisten que creó una escuela, una escuela que por ahora permanece tácita, sobreentendida, pero creo que debería convertirse en algo concreto. Llegar a entender lo que componía, y su estilo de vida y musical, y así crear una escuela que siga su método. Un método que va más allá de simples notas musicales compuestas en uno o diferentes ritmos, el método de Anderson, era una estilo de vida, un ver la vida desde sus pequeñeces, y darles su valor. Es sentirse pequeño y humilde ante lo grande de la Creación, y de consecuencia, dar siempre Gracias.
Quien sabe si creándose esta escuela: Los consejos de Guillermo Anderson, no salen de allí seres humanos mejores, buscando lo mejor por su patria, dando lo mejor «En mi País».
«Guillermo me acompañó y me sigue acompañando en toda mi trayectoria como cantautor, definitivamente para tocar fuera de Honduras el me dio el primer gran impulso y me lo siguió brindando hasta cuando en ese 2016 nos dejó, ese año pude disfrutar de él, sus pláticas, sus consejos. Esta es una de mis anécdotas, de nuestro querido Maestro Guillermo Anderson, que para mí, es el mejor cantautor que ha “parido” esta tierra de Honduras”.
Así me contaba Alberto Laínez en una de sus anécdotas que contaba sobre su amistad y admiración hacia Guillermo Anderson. Después me contó sus últimos momentos con el Maestro, ese 2016, cuando llevaba una lucha terrible contra el mal, contra el cáncer.
La anécdota que quiero contar hoy me la dio Eduardo Romero, que acompañó a Guillermo Anderson en sus conciertos como violinista y en los coros.
Eduardo me compartió un texto que escribió su hija mayor Natalia, hace dos años, para un concurso de oratoria en su escuela. Natalia, quien entonces tenía sólo 10 años, no sólo lo presentó en su escuela, sino que también clasificó para participar en un concurso de Oratoria en el Language Art Festival, organizado por La Asociación de Escuelas Bilingües de Honduras.
El concurso se realizó en La Ceiba, en la escuela Mazapán, Eduardo me cuenta que ella obtuvo el 3er Lugar. «Fue una super experiencia para ella, porque Lastenia, la esposa de Guillermo que trabaja en esa escuela, se acercó a regalarle uno de los libros que Guillermo escribió, mi hija estaba emocionadísima», me cuenta Eduardo.
Leí el texto de Natalia, y me encantó. Y me sorprendió aún más sobre todo sabiendo que cuando lo escribió contaba apenas con esa edad.
Con el título,El tesoro que tenés, recordando una de las canciones de Guillermo, Natalia hace un recorrido histórico sobre los valores de nuestra querida Honduras: Su arte, sus paisajes, su cultura y su música. Y de allí habla con mucho cariño del gran cantautor Guillermo Anderson.
«… nuestra música incluye cientos de bellas composiciones y quiero hablar especialmente de una persona que dedicó su vida a la música y la
literatura, a quien conocí de cerca, ese amigo es Guillermo Anderson, tuve la dicha de conocerlo personalmente, porque mis padres fueron músicos de su banda, y los acompañé en muchos conciertos por toda Honduras, para mí, en la actualidad, Guillermo es el máximo ejemplo de amor a Honduras, dedicó la mayor parte de su vida a trabajar por ella, su música nos transmite la necesidad de proteger el medio ambiente y la ecología, compuso la mayoría de sus canciones mezclando ritmos tradicionales garífunas como “La Parranda y el Yankunú” logrando canciones llenas de magia».
Se encoge el corazón, y a la vez se hincha todo de emoción y orgullo, saber que chicos como Natalia, serán el futuro y el hoy de nuestra Honduras, que lucharán por mantener sus valores, lucharán para que el país alcance su desarrollo en el respeto de los derechos humanos.
Natalia, «hija de arte», no sólo tiene facilidad de escribir, dando forma a sus pensamientos y emociones, ella además ha cantado. Y admirando a Guillermo Anderson ha cantado sus canciones:
«He tenido la oportunidad de cantar algunas de sus canciones, en mi Escuela, en un homenaje en el Festival Internacional de las Artes Escénicas ¨Bambú 2016¨ en el Teatro Nacional Manuel Bonilla y en los últimos 2 años he participado en el Festival de Música de la Asociación de Escuelas Bilingües de Honduras, me he sentido emocionada, alegre y orgullosa de interpretar estas bellas canciones de un gran amigo».
Esta foto fue hecha en el Festival Internacional de las Artes Escénicas Bambú 2016, homenaje a Guillermo Anderson, para ese entonces, nos cuenta Eduardo, Guillermo ya se había retirado de los escenarios por causa de su enfermedad.
Doy paso a esta chica, que hace un recorrido musical del gran cantautor, definiendo muy bien cada una de sus canciones:
«Guillermo logró utilizar el lenguaje de la música para dar mensajes positivos a todo un país y también para mostrar todo lo bueno que aquí tenemos;
Chago representa a muchos hondureños inmigrantes y Guillermo le dice, Chago, vení que aquí no hay dinero, pero si ponés esmero todo se puede realizar aquí;
Dale Play a la Esperanza, es una invitación a seguir adelante y ser optimistas a pesar de todos los problemas que se puedan presentar en nuestra vida;
le cantó al mar, a los ríos, a las aves, a los niños, a los árboles, a los animales, a las mujeres, le cantó a la vida y lo más importante le cantó a nuestro amado país y le mostró al resto del mundo por medio de sus canciones todos los tesoros que aquí tenemos.
La canción “El Encarguito”, menciona apenas, algunas comidas del rico recetario hondureño. ¡Son tantas las delicias de nuestra cocina por las cuales debemos sentir orgullo! El tapado olanchano y costeño, las pupusas (insistimos, también son de aquí), los tamalitos, y por supuesto, los infaltables frijoles con mantequilla y tortillas recién hechas.
Por todo lo anterior, estoy segura que Honduras es un país lleno de tesoros, si como Guillermo Anderson dedicamos nuestra vida a engrandecer nuestro país, por medio de los que hacemos, lograremos transmitir toda la belleza de nuestro país, en cada uno de nuestros actos.
“Date cuenta del tesoro que tenés, date cuenta es mucho más de lo que ves, no saber es no tenerlo y no hacer nada es perderlo, date cuenta del tesoro que tenés” .
Johanita: “Nunca había tenido una corista de tu talla”
Entre los músicos de Guillermo Anderson, hablé con Johana Cano, una de las cantantes coristas polifacéticas de la banda musical de Guillermo. Ella en las presentaciones ha cantado y bailado.
“Hija del arte”, viene de una familia de artistas, y como ella misma lo dice, desde niña está trabajando en el mundo de la música. Su primer encuentro con Guillermo Anderson, fue cuando se estaba preparando una gira en Japón. Necesitaban una corista…
Johana nos cuenta en su anécdota sonriendo que necesitaban una muchacha de tez trigueña, bonita y que supiera cantar. Así que Guillermo contactó a uno de sus tíos (que es también músico, bueno casi toda su familia son músicos) para que le diera una mano en la búsqueda de la corista. Guillermo habló con Tilo Cano, bajista del grupo musical Cazzabe. Así Johana conoció al manager y al productor de Guillermo, Manuel López y Max Urso, y los músicos de la banda. Y le hicieron una prueba de sonido, fue aceptada y viajó con todos: “No soy bailarina, dijo, soy cantante, pero aprendí a bailar. Así que me dije: creo que lo puedo hacer…
Johana cuenta toda su emoción por trabajar con Guillermo porque era «admirable, lo admiraba mucho antes de conocerlo en persona. Lo había visto en ciertos lugares que coincidían en la música, aunque si él, nunca la había visto».
En Japón. “Fue una de las mejores experiencias que he tenido en la música”
Inició con el grupo como corista y bailarina a partir de ese viaje a Japón, partieron el 5 de noviembre del 2009, pero sin hacer, como dijo Johana un ensayo general para acoplarse todos, sobre todo ella con la banda, antes de partir en gira. El ensayo general lo tuvieron dos días después de haber llagado al país nipon.
Johana hizo parte de la familia musical de Guillermo. Hay una anécdota más que cuenta. “En una ocasión, dijo, escuché de una forma algo bromista… a Max Urso en una gira, que por mi culpa el guitarrista de Guillermo, Javier Pineda, no había viajado al Japón cuando yo fui. Entonces le pregunté ¿por qué por mi culpa? ¿Y yo que hice? Y me dijo; porqué teníamos que elegir entre usted y Javier para hacer la gira, y todos los de la banda confirmaron lo que decía Max, y Manuel López agregó que también por mi culpa tampoco fue él… Y eso es algo que todavía… Me quedo pensando… ¿Será que bromeaban?, pero recuerdo que entonces Guillermo me dijo; Johana no nos arrepentimos de haberte elegido… Me quedé con eso en mi corazón como un tesoro, las palabras de Guillermo y escuchar que les gustaba mi trabajo para la banda. Lo atesore en mi corazón. Hasta el día de hoy…”
Foto: Y es en esta foto la expresión de Max a la hora de hacerme esa confesión.
“Es por esa razón me dijo Max, que me tocó tomar la guitarra en esa ocasión y hacer el trabajo que le tocaría a Javier. Porque no pudo viajar esa gira con nosotros. Una gira anterior Javier si viajó con la banda y Guillermo a Japón. Realmente me asombró mucho… Que me eligieran a mí, sino conocían a profundidad como sería mi aportación con la banda musicalmente… Creo ¿qué, medito, sería más fácil que viajara Javier que ya tenían mucho tiempo de trabajar juntos que conmigo, que no sabían si los haría quedar bien o mal? Pero creo que fue Dios que puso la confianza en ellos hacía mí… Jeje y río porqué pienso y yo esperando el famoso ensayó general que no llegaba hasta que llegamos a Japón… Un día después de llegar a Japón realizamos el ensayo general. Y ahí comenzó todo para mí… Desde entonces cada vez que me invitan a una presentación para Guillermo en vida y después para homenajes… digo presente con todo cariño.
Desde ese viaje de Johana a Japón con Guillermo y su banda, siempre participó en cada uno de los eventos de ellos, incluso ahora en los homenajes a Guillermo, sobre todo, dice “presente con todo cariño”.
“Algunas veces Max me dice, Johana hay un evento de Guillermo ¿nos puede acompañar? Yo le confirmo tal evento. Entonces ya le preguntó: que temas musicales de Guillermo tengo que estudiar solo para hacer un repaso de su música… Y me dice tales canciones… Comienzo a hacer el repaso en casa y encima de la voz de Guillermo comienzo a cantar a hacer armonía de voces para cuál queda más y acomodó la voz a la voz de Guillermo me estoy confesando jajaja y de repente comienzo no solo a hacer el coro sino a adornar en ciertos espacios. Y revivo un momento de escenario. Como si estuviera en vivo con la banda y Guillermo en pleno concierto porqué esa es la sensación que me transmite ese momento. Conozco tiempos exactos de entrada y salidas de la música de los coros de Guillermo. Confieso soy muy detallista, seria y organizada, disciplinada en cuestión de ensayar, si voy a hacer coros… estudio la voz principal para acomodar mi voz a la principal en tiempos exactos de entradas y salidas… 😊 soy exigente conmigo misma. Quizás es por esa razón que me acoplo con facilidad en la música, improviso de la nada. Quizá sea la misma pasión que siento por la música, trato de hacerlo lo mejor posible y vivo ese momento, me inspiro. Quizá fue eso lo que me hizo tener un lugar en la música y participar en muchos proyectos de Guillermo y en otros a nivel personal.”
Johanna hizo parte entre otros materiales de la música de Guillermo, hizo parte de los coros de la canción “en cada latido”.
‘En cada latido’ De Guillermo. Canción donde grabé con mi voz los coros.
“Siempre que él necesitaba los coros de fondo para lo que eran grabaciones en estudio, él me llamaba y lo acompañaba, recuerdo que me decía también Johanna estás en mis proyectos. Me viene a la memoria en estos momentos, recuerdo cuando él me dijo: Johannita, yo nunca sé cuántas personas a lo largo de su carrera trabajaron con él, pero él a mí me dijo: Johannita quiero decirte que por aquí han desfilado un montón de coristas, lo voy a decir humildemente, han desfilado un montón de coristas, han desfilado muchos músicos, que han pasado por aquí, he trabajado con muchos músicos a nivel nacional e internacional, pero nunca había tenido una corista de tu talla, una cantante de tu talla, eso fue impresionante para mí, es algo que todavía lo recuerdo con nostalgia. El cariño que le tengo aún que ya no está, está el cariño en mi corazón, hacia su familia, su esposa, sus hijas. Él tenía sus músicos a nivel nacional e internacional, cuando él me dijo que nunca había tenido una corista de mi talla, me impresionó porque me lo dijo de verdad, de corazón, con una humildad, muy genuino. Recuerdo que me lo dijo en camino cuando estábamos en los viajes de Japón, estábamos regresando, y me dijo, Johanna ya vamos de regreso para Honduras, pero quiero agradecerte tu participación, quiero decirte que siempre que tenga proyectos, te voy a llamar para esos proyectos, y a partir de ahora está abierta esta puerta de la música, nunca abandones lo que sabes hacer, lo haces perfecto. Tu sabes que la música es una escuela donde uno aprende todos los días, me contó sus experiencias, cómo comenzó a cantar, música de diferentes cantantes, y participaba en festivales. Lo que a mí me impresionó fue que cuando trabajé con él, en los momentos de ensayo, su voz y la mía eran como si tuviéramos mucho tiempo de trabajar, como que ya estábamos acoplados. El trabajar de esa manera, a él le fascinó, le gustó mi trabajo, mi aportación. Yo puedo improvisar, aprendí a hacerlo, mi papá es músico, el me condujo a la música, mi papá es Miguel Angel Cano, conocido como Miguelito Cano a nivel nacional, él me llevó a la música, él me enseñó, él me dio los primeros pasos musicales y me enseñó lo que yo ahora sé. Mi tío Pilo que trabaja en el grupo Kazzabe como bajista, ellos me enseñaron, de ellos aprendí. Entonces que Guillermo me dijera a mí: Johannita nunca había encontrado una corista de tu talla, yo dije gracias con humildad, porque yo aprendí lo que sé de mi padre, que es alguien a quien admiro mucho, a mi tío Pilo también, somos una familia musical. He trabajado a nivel de grupos musicales nacionales y con Guillermo Anderson.”
Johanna se despidió diciéndome que esas palabras que le dijo Guillermo hicieron que ella se perfeccionara aún más, y ayudar a otros también de la misma manera con los consejos que Guillermo le dio.
“Siempre me gustaron esos coros de fondo que adornan la música, y con Guillermo lo hacía, muy a mi estilo, con lo que yo sabía hacer, con lo que yo me había preparado. Y eso era lo que a él le gustaba, a la banda, a Max, a Manuel, me agradecieron trabajar con ellos, que incluso cuando hay participaciones sobre todo en los homenajes que le hacen, me llaman con tiempo para que yo esté lista y lo hago con mucho cariño por el aprecio a Guillermo y a su banda”.
Grupo Dantos. De el productor de Guillermo. Max Urso en uno de los homenajes a Guillermo. En la ciudad natal de Guillermo. La Ceiba Atlantida. La de los coros soy yo.
La obra de Guillermo, «una obra llena de optimismo y alegría».
Quedamos huérfanos con tu pérdida
Seguimos contando anécdotas que vivimos con nuestro gran amigo, hermano, padre espiritual, consejero y mucho más: Guillermo Anderson
Después de dejar alguna anécdota mía, quise contactar de nuevo a quienes trabajaron incansablemente con él, y de consecuencia vivieron momentos maravillosos con el cantautor hondureño.
Busqué a Max Urso, productor de Guillermo y a su manager en América Latina Manuel López y surgió este proyecto de contar sus amigos nuestras historias con él.
Así entre Max, Manuel y Alberto Laínez, cantautor, me dieron los contactos de los que fueron la banda de Guillermo Anderson, quienes recorrieron con él, grandes aventuras, pero también tantos éxitos. Todos aprendiendo de él. Hoy todos ellos son, como me recordó Manuel, “músicos destacadísimos que tocan en otros proyectos importantes o tienen los suyos propios y en algún momento acompañaron a Guillermo y todos fueron sus amigos”.
Hablando de Guillermo con el Ex Comisionado de los derechos humanos de Honduras, el Doctor Ramón Custodio, le pregunté si alguna vez se encontraron con Guillermo Anderson, me dijo que lastimosamente no.
Pero me dijo que una vez al llegar a la ciudad de México, “las personas a cargo de las oficinas del CODEH” le tenían una sorpresa y lo llevaron al Auditorio de la Universidad a Escuchar un concierto suyo, que venía del Festival Cervantino. “Fue para mí una sorpresa impactante porque nunca antes le había escuchado. Fue como en 1985”, me comentó, y le pregunté ¿qué le pareció su música?
Me respondió: “Innovadora, creativa, original y un orgullo nacional porque los acompañantes presentaron un número de ballet garífuna. ¡Una maravillosa percusión de los tambores! ¡Es un Mozart catracho!.
Así es, era un genio de la música
Una de sus fotos de los tantos paisajes que fotografió
Manuel, Max, Alberto y uno a uno todos los que fueron integrantes de la banda de Guillermo me han enviado sus anécdotas. Todas de un valor inestimable. Cada uno abrió su corazón, y sacó de su baúl de los recuerdos, ese momento de oro que vivió con nuestro amigo Guillermo. Me siento de verdad honrada porque todos ellos me han cedido esas maravillosas historias, unidas a esas fotos o videos que describen esos sentimientos expresados en sus palabras.
En cada historia se puede apreciar la calidad humana y profesional de este gran Maestro. Con él no había sólo relación de trabajo, por su sensibilidad él entraba en nuestras vidas, se preocupaba de cada uno de nosotros, de nuestras familias, de nuestra serenidad.
Hablando con Manuel me mando sus audios, donde me contó sus anécdotas con Guillermo:
“Tengo un par de anécdotas relativas a nuestro andar con Guillermo. Yo pasé 15 años trabajando como Tour Manager y Manager personal de Guillermo, manejando el recurso humano y la parte técnica y tengo un sin número de anécdotas que contar, así de entrada, quiero mencionar el gran sentido del humor que Guillermo Anderson tenía, por lo tanto, todos esos kilómetros gastados en la carretera siempre fueron amenos, siempre había una conversación interesante cada vez que viajábamos y muchas risas. Guillermo era un hombre que realmente le encantaba reír, primero reírse de sí mismo y segundo reírse de cada cosa cotidiana, de todos los sucesos que acontecían en el camino o cosas interesantes que me decía siempre venía una carcajada.
Como detalle interesante, creo que como hace seis años, me tocó hacerle una sesión fotográfica, para un servicio de fotografía en internet, que era en la Ceiba con el equipo de fotografía. Por alguna razón el ambiente de la sesión fotográfica estaba un poco… no tenso, sino que había que expresar una sonrisa adecuada para el propósito que querían, o lo que se quería representar en la fotografía. Pues a él, lo más fácil fue empezar a contarle los chistes y cuentos que contábamos cuando estábamos en la carretera, y ese fue el detonante para tener una sesión de fotos increíble con una sonrisa a flor de piel de Guillermo Anderson, y esas fotografías son de mis favoritas. Primero porque yo las tomé y segundo porque Guillermo se mira lleno de vida, lleno de alegría en esas fotos y al fin y al cabo de eso se trataba toda la obra de Guillermo Anderson, mucho optimismo, mucha alegría y sonrisa a flor de piel”.