Proceso Vaticano, Tirabassi: soy sólo un instrumento en el asunto de Londres

Nuevo interrogatorio, en la decimonovena vista del caso de los fondos de la Santa Sede, al antiguo funcionario de la Oficina Administrativa de la Secretaría de Estado que repasó con detalle las negociaciones que llevaron a la compra del inmueble de Sloane Avenue. Próximas audiencias los días 6 y 7 de junio

El encuentro en Londres del 20 al 22 de noviembre de 2018, que supuso un punto de inflexión en la compraventa del edificio de Sloane Avenue, en el centro del juicio del Vaticano, ocupó casi toda la segunda parte -pero ya está prevista una tercera- del interrogatorio a Fabrizio Tirabassi. El ex funcionario de la Oficina Administrativa de la Secretaría de Estado, acusado de malversación de fondos, soborno, extorsión, fraude y abuso de funciones, compareció desde las 9.45 hasta las 17.15 horas en la decimonovena vista del proceso por presuntos delitos contra los fondos de la Santa Sede. Ilícitos de los que dijo ser ajeno, afirmando incluso que había sido un «instrumento» en manos de su jefe de oficina de entonces, monseñor Alberto Perlasca, ahora testigo clave.

Craso: un error entrar en el asunto de Londres que no me concierne

Decimoctava audiencia en el juicio del Vaticano por presuntos manejos ilícitos de fondos de la Santa Sede. El asesor financiero de la Secretaría de Estado fue interrogado durante unas siete horas: «Fui vilipendiado y ofendido, incluso a los ojos del Papa. Nunca he tenido un mandato para retirar un céntimo del Dicasterio». En una carta, el sustituto de Peña Parra le pidió que no procediera con otras inversiones

Salvatore Cernuzio – Ciudad del Vaticano

Se habló de fondos multimillonarios, de inmuebles de alto valor, de bonos, de inversiones, de bancos, de empresas extranjeras, a lo largo de la decimoctava audiencia en la sala polivalente de los Museos Vaticanos para el juicio por presuntos manejos ilícitos de fondos de la Santa Sede. De las 9.40 a las 17.15 horas, fue interrogado Enrico Craso, asesor financiero de la Secretaría de Estado desde 1993. «Aunque nunca he tenido un encargo específico», aclaró, reivindicando los beneficios de su gestión de los fondos de la Santa Sede durante 26 años: «Mire los beneficios, no he perdido dinero. Tienes las cifras del balance y puedes ver los ingresos que he producido».