Todo tiene solución en la vida

Todo tiene solución en la vida, es inútil ahogarse en un vaso de agua, si uno ve el vaso medio lleno, descubre las maravillas que nos regala la vida. Reflexión después de escuchar una tragedia en la escuela de mi hija. Sanos consejos

Viendo el vaso medio lleno, se descubre el lado amable de la vida, el lado positivo. Ese lado que carga nuestras baterías, que hace, que nuestra sonrisa florezca, y nos rejuvenezca el rostro. Que hace que el cuerpo actúe y los anticuerpos se activen y nos defiendan de las enfermedades, muchas de ellas psicosomáticas.

De qué sirve ahogarte en un vaso de agua, pensar que la vida se acaba, que lo que has hecho o lo que te ha pasado es lo peor del mundo. Te lo aseguro, cinco minutos más tarde, un día más tarde, y la solución caerá a tus pies.

Sólo consejos

Sanos consejos que le di a mi hija, al saber de una desgracia en su escuela, un chico de 14 años, decidió terminar con su vida, el por qué, no sirve. La causa no importa… lo que importa es que nadie le dio estos consejos que hoy escribo: Tranquilo, habla, desahógate, llora, patalea, insulta, y después déjate mecer por la adrenalina del cuerpo que baja, y que te pide dormir… y luego al despertar, piensa con sangre fría las posibles soluciones, porque de verdad, existen. Estoy contigo.

Y estos consejos me sirven también a mí. Quiero aplicarlos siempre quiero que no queden escritos en el cuaderno del corazón, guardados en una de sus gavetas, quiero aplicarlos.

Como cristiana que soy, pienso en el Ángel cuando le dijo a la Virgen María en el momento de la Anunciación: Para Dios, nada es imposible, y pienso, todo a sus tiempos. Tener fe, paciencia y soportar, tolerar el mal momento, día a día. Despertarte cada mañana y dedicar ese día al Señor, que sea su Santa Voluntad, que Él te de la paz, la serenidad, la paciencia para saber esperar sus tiempos, cuando resolverás tu problema, con su ayuda. Agradecer a Dios por hacernos resucitar después de cada muerte que sufrimos, de cada problema que sentimos, que nos ahoga, nos hunde.

Resucitar después de cada muerte

Hace dos años, sufrí una caída, que me ha dado tantas complicaciones, y en enero de hace un año, en el hospital, llegó un momento en que las esperanzas se estaban derritiendo, porque la medicina humana no sabía por donde más ir… mientras los médicos se arrancaban los cabellos tratando de entender dónde estaba la causa de la infección, me entregué a tí Señor, porque sólo Tú, podías resucitarme de esa muerte, de esa debilidad, de esa desesperanza, de esa fe débil en ese momento. A tus tiempos, voy sanando, será cuando así Tú lo consideres… de mi parte hago todo lo que me corresponde, el resto lo dejo a tí, que guíes esas manos de los médicos.

La vida es bella, es maravillosa, como le dije a mi hija, hay chicos, que están creciendo sin bases sólidas, sin valores morales y cristianos (si es que son de familia cristiana), el chico era judío, en ese casos sin las bases que da su religión. El ser humano necesita aferrarse, sostenerse a esa fuerza espiritual, esa fuerza poderosa que nos da Dios.

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