Un mes después de su muerte, el presidente de la Pontificia Academia para la Vida recuerda al profesor, experto en derecho y bioética, que supo ofrecer «un punto de vista original», sin oposiciones
«Mi amigo Francesco D’Agostino». Así recuerda monseñor Vincenzo Paglia, presidente de la Academia Pontificia para la Vida, al presidente de honor del Comité Nacional de Bioética que ayudó a fundar en 1990. Lo hizo en la misa celebrada esta mañana por el cardenal Francesco Coccopolamerio en la iglesia de San Roberto Bellarmino de Roma, en el tercer aniversario de su muerte.