“Frente a la discriminación, es precisamente la amistad de Jesús, que todos recibimos como un don inmerecido, la que nos redime y nos permite experimentar las diferencias como una riqueza”.
Son las palabras del Papa dirigida a las personas con discapacidad, en su mensaje para la próxima Jornada Internacional dedicada a ellos, que se celebrará el 3 de diciembre.
En el mensaje, presentado hoy en la Oficina de Prensa de la Santa Sede, el Papa Francisco recuerda que la Iglesia, para cumplir su misión al servicio del Evangelio, ama y necesita de cada una de las personas que viven con algún tipo de discapacidad.