El gobierno federal en EEUU ejecutó el martes a su primer preso federal, después de una pausa de 17 años. «Mientras nuestro país se enfrenta a la pandemia de COVID 19, a una crisis económica y al racismo sistémico en el sistema jurídico penal, debemos centrarnos en proteger y preservar la vida, no en llevar a cabo ejecuciones», declararon los líderes religiosos que piden el cese de ejecuciones programadas. Después de Lee, en esta semana serán ejecutados otros dos presos federales. Monseñor O’Connell: «no debe tener lugar en ninguna sociedad civilizada. Es aberrante para nuestro sentido de respeto por la vida».