Augusta Ngombu. Una chica de Sierra Leona. Tenía sólo 23 años y había sufrido demasiado. Rescatada de la prostitución por Misiones Salesianas, logró, después de aprovechar la educación que los salesianos le ofrecieron, crear su propio restaurante. Desde hace cuatro años ayudaba a Misiones Salesianas en el rescate de otras víctimas, dando su testimonio, y siendo un modelo a seguir. Pudo cumplir otro sueño: saludar al Papa, y poder compartir con todos, las palabras que le dijo ese día el Santo Padre. Falleció el 7 de junio, festividad de la Santísima Trinidad, víctima del sida.
A finales de febrero del año pasado, Augusta Ngombu, realizaba por fin uno de sus sueños: poder saludar al Papa y llevar su mensaje directamente a quien lo necesitaba en Sierra Leona. Era huérfana, vivió en la calle y se tuvo que prostituir para sobrevivir. Es una de las muchas chicas a las que los salesianos han cambiado por completo la vida en Freetown, la capital del país.