Tras conocer el informe de Mons. Charles Scicluna, el Pontífice convocó a los obispos chilenos a Roma para dialogar sobre sus conclusiones. Reconoció que él ha incurrido “en graves equivocaciones de valoración y percepción de la situación especialmente por falta de información veraz y equilibrada”. Pidió perdón a los ofendidos y lo hará personalmente con representantes de las personas entrevistadas por Mons. Scicluna y su colaborador el P. Bertomeu. Más información en el sitio internet Vatican.News