Manifestantes bloquearon el viernes 15 de diciembre importantes carreteras en las principales ciudades de Honduras en protesta por el presunto «fraude» en los comicios del 26 de noviembre contra el candidato de la Alianza de Oposición contra la Dictadura, Salvador Nasralla. Los bloqueos fueron provisionales debido a que la Policía Nacional y uniformados del Ejército intervinieron para normalizar la circulación pero tuvieron fuerte impacto en algunas vías, entre las cuales está la que da acceso de Tegucigalpa a la zona norte del país.
La protesta ha provocado un embotellamiento del tráfico de vehículos en todos los bulevares de acceso y salidas de Tegucigalpa y otras ciudades. Muchas personas que viajaban en autobuses del transporte urbano e interurbano tuvieron que caminar para llegar a su trabajo ante el cierre de calles. Según un balance de las fuerzas del orden, se registraron casos de bloqueos en vías de las ciudades de los departamentos caribeños de Colón, Atlántida y Cortés; Yoro, norte, y Francisco Morazán, centro, entre otros. En la capital, Tegucigalpa, los manifestantes, en su mayoría con el rostro cubierto, protestaron en las salidas hacia el norte, donde quemaron un vehículo del Ejército, y oriente del país.
En algunos de los bloqueos de carreteras, convertidas en hogueras con la quema de neumáticos, troncos de árboles y basura, se registraron enfrentamientos entre policías que lanzaron bombas lacrimógenas en un intento por despejar las vías y manifestantes que responden con piedras. En San Pedro, norte, la segunda ciudad más importante del país y la de mayor movimiento comercial e industrial, dos camiones fueron incendiados, uno de ellos repartidor de una empresa de productos lácteos, mientras que en Tegucigalpa le prendieron fuego a uno del Ejercito.
Las protestas fueron convocadas el martes por el Frente Nacional de Resistencia Popular (FNRP), cuyo coordinador general es el expresidente hondureño Manuel Zelaya, quien además ejerce las mismas funciones en la Alianza de Oposición contra la Dictadura, que ha denunciado el presunto «fraude» en los comicios de noviembre. El candidato presidencial de la Alianza de Oposición en las elecciones, Salvador Nasralla, asegura que desde el Tribunal Supremo Electoral (TSE) se ha fraguado el «fraude» contra él para beneficiar al candidato del gobernante Partido Nacional y presidente del país, Juan Orlando Hernández.
Nasralla se autoproclamó presidente electo el mismo día de las elecciones, lo que también hizo Juan Orlando Hernández, candidato a la reelección por el gobernante Partido Nacional y presidente del país, antes de que el Tribunal Supremo Electoral (TSE) divulgará los resultados oficiales, que primero daban ventaja al candidato opositor, situación que se revirtió, luego de una “caída del sistema”, causando una crisis. De acuerdo a los resultados divulgados en la página web del TSE, que además ha hecho dos escrutinios especiales con 5.759 actas, en las que según Nasralla estaban los «votos del fraude», Hernández ganó los comicios con el 42,98 %, mientras que su contrincante opositor sumó el 41,38 %.
A partir del 29 de noviembre, cuando Nasralla denunció que se estaba fraguando el «fraude» en su contra en el TSE, inició una serie de manifestaciones durante tres días consecutivos, algunas con vandalismo, que dejaron al menos 18 muertos, heridos, saqueo e incendio a varias pequeñas, medianas y grandes empresas, cuyas pérdidas rondan los 63,3 millones de dólares. El Tribunal Electoral, que tiene hasta el 26 de diciembre para dar a conocer los resultados oficiales de las elecciones, trabaja en las impugnaciones presentadas, al menos tres en la fórmula presidencial, y más de unas cien para alcaldes y diputados.
Los hondureños votaron el 26 de noviembre por un presidente, tres designados (vicepresidentes), 128 diputados al Parlamento y 298 corporaciones municipales. En Honduras no hay segunda vuelta electoral y gana el aspirante que obtenga más votos.
La Cámara Nacional de Turismo de Honduras (Canaturh) lamentó las muertes y las pérdidas económicas registradas en el país durante la crisis política. En un comunicado, la Canaturh lamentó los acontecimientos ocurridos y señaló que las protestas, han sido «aprovechadas por delincuentes comunes infiltrados para provocar actos de vandalismo» en el país. Esos actos violentos han causado «pérdidas de vidas humanas, daños psicológicos generalizados a la población en esta época navideña que tradicionalmente es dedicada a celebrar el nacimiento del niño Jesús».
Los empresarios del turismo instaron al pueblo hondureño a «ejercer sus derechos en paz y en orden y a no permitir que los criminales se apoderen de estas expresiones cívicas, ya que de ser así, serán ellos los únicos beneficiados al haber sembrado el terror y la anarquía, y al desnaturalizar de esta forma cualquier demanda de buena fe por mejorar Honduras». Enfatizaron que desean que «la paz vuelva pronto a nuestros corazones y que retomemos el rumbo de desarrollo integral del pueblo hondureño, basado en los valores cristianos y de una República democrática», añade el documento.
Por su parte, gremios empresariales de Honduras le pidieron a los líderes de los partidos políticos que piensen en su país, antes que en sus intereses personales, y abogaron por la «paz y tranquilidad» en esta nación. La Cámara de Comercio e Industrias de Copán llamó «a la cordura» a los políticos para que «sobre toda aspiración e interés se anteponga la seguridad y la hermandad del pueblo hondureño.
En un comunicado, los empresarios de Copán expresaron su preocupación por «el lento proceso electoral que ocasionó el estancamiento del desarrollo económico», y abogaron por «el respeto a las personas e instituciones para que se pueda prevalecer la paz y la institucionalidad». La Cámara de Comercio e Industrias de Copán dijo que espera que «a corto plazo se pueda resolver de conformidad a los acuerdos existentes firmados por las partes y se pueda despegar cualquier impugnación o duda» en el organismo electoral.
Instaron, además, a que «se evite llegar a nuevos decretos de toque de queda (estado de excepción), ya que ello ocasiona problemas que redundan en pérdidas económicas de nuestros afiliados y comerciantes en general».
En medio de este caos político, la exministra de Estrategia y Comunicaciones de Honduras Hilda Hernández, hermana del presidente del país, Juan Orlando Hernández, y otras cinco personas, murieron ayer sábado al accidentarse un helicóptero de la Fuerza Aérea, informaron fuentes oficiales.
El aparato, que había sido dado como desaparecido hacia las 09.47 horas locales fue hallado en el sector de la montaña de Yerbabuena, cercana a Tegucigalpa, región central del país. El presidente hondureño confirmó el deceso de su hermana en Twitter con una imagen de un crespón.
La muerte de Hernández y las otras cinco personas fue confirmada también a periodistas por el designado presidencial de Honduras (vicepresidente), Ricardo Álvarez. «Cuesta creer lo que ha sucedido por la calidad de ser humano que Hilda era, así como las otras cinco personas que también conocía», subrayó Álvarez. Las otras cinco víctimas son la capitán de Infantería Patricia Valladares; los miembros de seguridad Nahun Lagos y Marcos Banegas; el teniente de aviación Iván Vásquez (piloto) y el subteniente Gerson Díaz (copiloto), había informado antes la Fuerza Aérea Hondureña (FAH) en un comunicado.
El mal tiempo en la región central de Honduras habría sido la causa del accidente del helicóptero, que según una fuente de la FAH tenía un año de servicio y era una de las aeronaves incautadas al narcotráfico. Hilda Hernández se había retirado como ministra asesora en enero pasado para dedicarse a trabajar en la campaña política de su hermano, el presidente hondureño, para las elecciones generales del 26 de noviembre. También era coordinadora de la Marca País Honduras, una iniciativa oficial para promover a la nación en el exterior, el turismo y la atracción de inversiones.
Según información de la torre de control de Toncontín, 13 minutos después del despegue se tuvo comunicación con el aparato, precisando que «se encontraba ascendiendo a 10.000 pies (unos 3.000 metros) y a once millas náuticas al oeste del aeropuerto capitalino», según la información de la FAH antes de que fuera hallada la aeronave. Se esperaba que el helicóptero llegara a la ciudad de Comayagua, en el central departamento del mismo nombre, unos 20 minutos después del despegue.