Domingo de Ramos y Jornada Mundial de la juventud
Tras haber presidido la Santa Misa del Domingo de Ramos y de la Pasión del Señor, en una soleada Plaza de San Pedro, que contó con el rito de la bendición de las Palmas y la solemne procesión, Francisco al rezar a la Madre de Dios manifestó su cercanía al mundo que sufre. Lo hizo a la hora del Ángelus e invitó a encomendar a la Santísima Virgen María a las víctimas del atentado terrorista del pasado 7 de abril en Estocolmo, sin olvidar a cuantos se encuentran aun duramente probados a causa la guerra, que definió “desgracia de la humanidad”. Y ante el atentado que tuvo lugar en El Cairo, en una iglesia, el Pontífice manifestó asimismo su solidaridad a la Iglesia Copta y todo Egipto, pidiendo a Dios que convierta a los terroristas y a quienes fabrican las armas y comercian con ellas.
Este domingo se celebró la 32ª Jornada diocesana de la juventud, que representa una nueva etapa de la gran peregrinación comenzada por San Juan Pablo II. Recordando la JMJ de Cracovia, y con la meta puesta en Panamá para enero del año 2019, el Obispo de Roma, poco antes de que los jóvenes polacos entregaran la Cruz de la Jornada Mundial de la Juventud a los jóvenes panameños, sugirió pedir al Señor que esta Cruz peregrina, junto al icono de María, Salus Populi Romani, haga crecer por donde pase, la fe y la esperanza, revelando así el amor invencible de Cristo.
El pasaje de la cruz peregrina
En su homilía El Santo Padre dijo que Jesús, no es un iluso que siembra falsas ilusiones, un profeta new age, un vendedor de humo, todo lo contrario: es un Mesías bien definido, con la fisonomía concreta del siervo, el siervo de Dios y del hombre que va a la pasión; es el gran Paciente del dolor humano”. Pidió que pensemos en el sufrimiento que Él tendrá que sufrir en esta Semana. Pensamos en las calumnias, los ultrajes, los engaños, las traiciones, el abandono, el juicio inicuo, los golpes, los azotes, la corona de espinas, y en definitiva al vía crucis, hasta la crucifixión.
El futuro en las manos de los jóvenes
Para seguir fielmente a Jesús, pedimos la gracia de hacerlo no de palabra sino con los hechos, y de llevar nuestra cruz con paciencia, de no rechazarla, ni deshacerse de ella, sino que, mirándolo a Él, aceptémosla y llevémosla día a día. “Él está presente en muchos de nuestros hermanos y hermanas que hoy sufren como Él, concluyó el Papa, sufren a causa de un trabajo esclavo, sufren por los dramas familiares, por las enfermedades, sufren a causa de la guerra y el terrorismo, por culpa de los intereses que mueven las armas y dañan con ellas.
Al concluir la celebración eucarísticas, hubo un meeting point, un punto de encuentro ente los prelados y la delegación panameña y los periodistas. A partir de ahora, la cruz que está en las manos de los chicos panameños, centroamericanos, caribeños y mexicanos peregrinara por cada uno de esas naciones, estará aproximadamente un mes en cada país, visitando las distintas diócesis de cada Nación, a Mons. Ulloa, arzobispo de Panamá le preguntamos cuándo llegará a Panamá, donde comenzará su peregrinación y que le dijo Francisco en concreto sobre la preparación de la JMJ.
Pero antes de la celebración Eucarística del Domingo de Ramos, jóvenes de 152 países han estado estos días reflexionando sobre el sínodo que se llevará a cabo en octubre del 2018, como un preámbulo a lo que será la JMJ de Panamá, Centro América, el Caribe y México. El tema será: “Los jóvenes, la fe y el discernimiento vocacional”. Para afrontar estos temas, todos estos días hasta el sábado 8 se realizó en el Colegio Pontificio Mater Ecclesiae, un foro internacional de jóvenes, promovido por el Dicasterio de laicos, familia y vida, y por la secretaría del sínodo sobre el tema: ‘De Cracovia a Panamá – El sínodo en camino con los jóvenes”. Participando unos 270 delegados de los cuales muchos son jóvenes, de 103 países y 44 movimientos, asociaciones y comunidades. El jueves los chicos centroamericanos escucharon la evaluación que hicieron los jóvenes polacos, quienes les dieron algunas guías para que entre todos los centroamericanos, México y Panamá puedan hacer un gran equipo, alcanzar a tener la infraestructura necesaria para el completo desarrollo de la jornada, que dura una semana, Del 22 al 27 de enero del 2019. Esta jornada de la juventud será para los chicos panameños y centroamericanos un momento de reflexión y preparación en cada uno de sus corazones habrá un antes y un después de la jornada.
Hondureña que recibió la cruz peregrina de la JMJ
El sábado Mons. José Domingo Ulloa arzobispo de Panamá y presidente de la Conferencia Episcopal del País, presentó la situación de la Iglesia centroamericana y la JMJ. Se presentó el comité organizador local, un organigrama así como el equipo de trabajo de la Conferencia, y a las 9,30 los chicos polacos y los centroamericanos ensayaron lo que sería el momento del pasaje de la cruz en el Sagrato de la Plaza de San Pedro.
Por la tarde del sábado la cita fue en la Basílica patriarcal Santa María la Mayor donde se llevó a cabo la Vigilia de oración con los jóvenes que se preparan para la jornada Mundial de la Juventud en presencia del Santo Padre. Mientras en Roma los chicos centroamericanos vivieron la Vigilia de oración, en Panamá los jóvenes fueron convocados para vivir juntos esta vigilia, hasta el momento de la entrega de la cruz y del icono mariano de la JMJ. Así que desde las ocho de la noche del sábado hora de Panamá los chicos panameños disfrutaron de diversas actividades de animación, danza música, testimonios, el rezo del rosario hasta las tres de la mañana del domingo cuando se hizo el contacto directo con Roma y los participantes en Panamá vieron en vivo y en directo la entrega de los símbolos de la JMJ que recibieron 25 chicos panameños y uno de cada país centroamericano, un cubano y uno de México.
La JMJ se realiza anualmente en cada diócesis del mundo cada Domingo de Ramos, con la ceremonia principal en la Plaza de San Pedro. Y cada dos o tres años, se realiza un gran encuentro internacional. En el 2013 fue en Río de Janeiro, en el 2016 fue en Cracovia, Polonia y el próximo será en Panamá en el 2019.
“Ningún joven debe sentirse excluido” del sínodo de los obispos en octubre del 2018, ha dicho el papa Francisco: “el sínodo es “para” y “de” todos los jóvenes” incluso los jóvenes de fe tibia, jóvenes ateos, ha insistido en la vigilia de oración en Santa María la Mayor. “Cada joven tiene algo que decir… a los obispos, al papa!”, ha subrayado el papa Francisco ante los jóvenes de Roma y de la región del Lacio, en la vigilia de la 32º Jornada mundial de la juventud, celebrada a nivel diocesano.
Este encuentro tuvo lugar en el marco de la preparación de la asamblea sinodal sobre “los jóvenes, la fe y el discernimiento vocacional”, y de las Jornadas mundiales de la juventud previstas en Panamá en el 2019.
«El futuro está en sus manos, toda la Iglesia quiere escuchar a los jóvenes” declaró el papa a sus interlocutores después del testimonio de una religiosa y de un joven. Como hace a menudo, el papa abandonó su discurso preparado de antemano para improvisar.
“Queridos jóvenes, ha comenzado bajo los aplausos, gracias por estar aquí”. “Ningún joven debe sentirse excluido del sínodo”. “Hagamos el sínodo para los católicos… los jóvenes pertenecientes a asociaciones católicas… no! El sínodo es el sínodo “para” y “de” todos los jóvenes”.
“Los jóvenes son los protagonistas. Los jóvenes que se sienten agnósticos también? Si! Los jóvenes que tienen una fe tibia también? Si! Los jóvenes alejados de la Iglesia también? Si! (…) Los jóvenes que se sienten ateos también? Si! Es el sínodo de los jóvenes!” Y el papa insiste: “Queremos escucharos, cada joven tiene algo que decir a los otros, algo que decir a los adultos, algo que decir a los sacerdotes, religiosos, a los obispos y al papa! Todos tenemos necesidad de escucharos!”. El sínodo “toda la Iglesia quiere escuchar a los jóvenes, lo que piensan, lo que sienten lo que quieren, lo que critican”. ”Sed valientes”, les ha invitado el papa asegurando: “lo importante no es el no caer sino el de levantarse”.
El “drama de este mundo” ha lamentado el papa argentino, es que “los jóvenes a menudo están excluidos. No tienen trabajo, no tienen ideales, la educación es deficiente, la integración es deficiente, muchos jóvenes tienen que huir, emigrar … los jóvenes suelen ser descartados, y esto no lo podemos tolerar”. El camino a veces es “arriesgado” pero “si un joven no se arriesga, está “envejecido”, aseveró. Uds deben arriesgarse en la vida, deben preparar el futuro, porque el futuro está en sus manos, dijo más adelante. Y por supuesto una vez más el Pontífice recordó a los jóvenes que deben estar siempre en directo contacto con su pasado. Deben hablar con los ancianos, con sus abuelos. Y les encomendó una tarea, hasta el próximo encuentro en la JMJ de Panamá: Hablen con los ancianos. Escucha al anciano. Habla, pregúntale las cosas. Haz que ellos sueñen y de esos sueños recoge consejo para ir adelante, para profetizar y para hacer concreta aquella profecía. Cada vez que caigas, que te equivoques, piensa en aquello que ha soñado el abuelo, que ha soñado el anciano o la anciana. Hazles hablar, toma aquellas cosas y haz el puente hacia el futuro. Esta es la tarea y la misión que hoy les da la Iglesia.
El Papa les aseguró que el Papa en Panamá les preguntará si cumplieron con su tarea, si hablaron con los ancianos, si tomaron sus sueños y los transformaron en profecía concreta.
Jornada Mundial de la Juventud 2019